La emperatriz de Austria y Hungría, conocida por todo el mundo como Sissi. Era una mujer culta, políglota, alta, hermosa y con una figura envidiable. Una dama que presto durante toda su vida mucha atención a su apariencia física. Un de sus imprescindibles era el abanico personalizado, solía ser retratada con ellos, y era poseedora de una gran colección. Sissi era una persona muy coqueta que no solo utilizaba el abanico para los sofocos sufridos por la estrechez del corset, si no que también, y mas en su ultima etapa de vida, lo utilizaba para taparse con el para que no la vieran.
Abanicos personalizados para distintas actividades
Ella la amante de los abanicos personalizados, exclusivos y por supuesto de calidad, los utilizaba en todo tipo de actividades.Nunca le faltaba un abanico personalizado, especialmente para ella, y según la ocasión.
En los eventos de sociedad, se dejaba lucir con bellos abanicos manufacturados en marfil y con motivos de plata. En sus clases de equitación utilizaba abanicos de madera y cuero, que eran más resistente para hacer deporte.
Quizás uno de los abanicos personalizados de la emperatriz que más a gustado, es el abanico de plumas. Eran plumas de avestruz traídas desde África, donde las plumas blancas de macho eran las más cotizadas. Uno de los abanicos más preciados de su amplia colección, fue el que lució el día de su boda.
El abanico se convirtió en esta época en un complemento digno de reinas. Todas las soberanas de la época, atesoraban preciosas piezas, abanicos personalizados y exclusivos que se consideraban como obras de arte. Abanicos de lujo, no solo por los materiales que utilizaban, sino también por la calidad de ejecución de los artesanos.
En Artemolie podrás encontrar ese abanico especial perfectamente elaborado, con un carácter personal, creado con mucho cariño. Nuestros abanicos son perfectos para cualquier ocasión, como por ejemplo una boda. Nos avala una amplia trayectoria, donde siempre trabajamos conjuntamente con el cliente y prestamos un asesoramiento personalizado para conseguir, la gran pieza de la corona.
