Los abanicos de boda son un complemento que muchas novias olvidan a la hora de preparar todos los detalles del día de su boda. Pero estos pueden ser el mejor aliado de cualquier novia. No solo son de lo más útiles para las bodas en verano en las que aprieta el calor, sino que también aportan otros valores y significados.

El abanico es un elemento muy característico de la cultura española, que aporta misterio y elegancia a partes iguales. Además, son de gran ayuda para esconder los nervios.

En definitiva, el abanico es un objeto de nuestra cultura con el que podemos sorprender el día de nuestra boda.

Los abanicos de boda, complementos indispensables de una novia

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un abanico?

El problema con el que se dan muchas novias es que, entre los abanicos de boda que ven, no encuentran ninguno que combine con el estilo de su vestido. Lo ideal a la hora de escoger uno es valorar todas las alternativas que tenemos, desde los materiales a los colores.

La madera y el encaje son los materiales más comunes. Una de las ventajas que tiene la madera es que puede ser pintada. Muchos talleres nos dan la oportunidad de no solo decorarlos, sino también de personalizarlos a nuestro gusto.

También existen otros materiales como las plumas, la seda y el croché. Todo depende del estilo de nuestra boda en general y del vestido en particular.

Los colores son también un factor fundamental. Tradicionalmente los abanicos de boda han sido blancos, pero hoy en día el catálogo de colores es mucho más amplio. Podemos combinarlo con el color de los zapatos o darle un toque azul, así cumpliríamos con la tradición de llevar algo nuevo, algo prestado y algo azul. Otra opción es decantarse por un abanico blanco, pero decorarlo con algún estampado o ilustración en color.